El Senado francés ha dado hoy el visto bueno a la ley contra el burka, que prohíbe el uso del velo integral en todos los espacios públicos. Dos meses después de obtener un apoyo masivo en el Parlamento, el texto que permitirá sancionar a las personas que "el rostro" con 150 euros de multa o la obligación de seguir un curso de ciudadanía, entra ahora en la última fase de tramitación. El próximo paso consiste en someter el proyecto al dictamen del Consejo Constitucional.

Si este organismo no enmienda ningún aspecto de la ley --los juristas están divididos sobre su constitucionalidad--, esta entrará definitivamente en vigor en la primavera del 2011. Durante seis meses se aplicará un periodo de "pedagogía", en el que la policía deberá informar a las personas afectadas sobre la nueva ley. La legislación es especialmente dura con quienes obliguen a una mujer a llevar el velo integral, que se arriesgan a un año de prisión y una multa de 300.000 euros.

IGUALDAD DE SEXOS

Además de esgrimir razones de seguridad, el Gobierno de Nicolas Sarkozy ha justificado la medida en base a la defensa de la igualdad entre los hombres y las mujeres. En Francia, se estima que unas 2.000 mujeres utilizan el burka o el niqab. Las asociaciones musulmanas moderadas se han mostrado dispuestas a colaborar para convencer a las creyentes que se cubren con el velo integral de que el Corán no obliga a llevar esta prenda.

En cambio, los salafistas -corriente radical del islam-, que preconizan el uso del velo integral, consideran vulnerados sus derechos. Y están dispuestos a desafiar la ley y a recurrir las multas hasta el tribunal de Estrasburgo.