Varios senadores estadounidenses pidieron ayer a la Casa Blanca que investigue a fondo los presuntos vínculos financieros entre el Gobierno saudí y los terroristas involucrados en los atentados del 11-S. Las autoridades del reino wahabí niegan la existencia de esos vínculos, un asunto que amenaza con enturbiar todavía más las delicadas relaciones bilaterales entre ambos países.

La Casa Blanca confirmó el sábado que el FBI indaga sobre el envío de dinero a una pareja de estudiantes saudís en San Diego (California) que ayudaron a dos de los 19 terroristas involucrados en los atentados del 11-S. Según Newsweek , el dinero fue enviado a través de una cuenta bancaria que pertenece a la princesa Haifa al Faisal, esposa del embajador saudí en EEUU.

Tanto senadores demócratas como republicanos exigieron que se investigue a fondo la existencia de ese vínculo financiero, que aumentaría la amenaza sobre EEUU.

MIEDO DE IRAK

Por otra parte, en vísperas de la llegada del primer equipo de expertos en desarme hoy a Bagdad, Irak volvió a mostrar su desconfianza hacia Estados Unidos. En una larga carta dirigida al secretario general de la ONU, Kofi Annan, el ministro de Exteriores iraquí, Naji Sabri, expresó su temor a que la resolución 1.441 sobre las inspecciones sirva de excusa a Washington para lanzar un ataque militar contra su país.