Kirchner prometió recuperar la memoria y la justicia para las víctimas. Y cumple. Trasladar a la justicia lo que es de justicia es un cambio para erradicar los privilegios de quienes cometieron atrocidades disfrazados de patriotas. Pero que nadie espere un chárter de represores con destino al despacho de Garzón. Si se anulan las leyes de impunidad por inconstitucionales, el proceso sería en Buenos Aires. La última palabra volverá a tenerla el Señor K.