Los principales sindicatos griegos han convocado hoy un paro de tres horas en Atenas para protestar contra el voto en el Parlamento -previsto para la medianoche- de unos presupuestos de gran austeridad para 2011, que pretenden rebajar el déficit hasta el 7,4% del PIB, desde el 15,4% de 2009. Mientras, en el sector del transporte urbano y en los ferrocarriles se vive otra jornada de protesta contra los recortes previstos dentro de las medidas de ahorro estatal. Desde la medianoche pasada el transporte público en Atenas está completamente paralizado y más de 25 conexiones internas y hacia el extranjero se han cancelado por la huelga ferroviaria. La huelga afecta también a los trenes de cercanías, al metro y a los autobuses que conectan con el aeropuerto de Atenas, y dificultan las comunicaciones a miles de turistas y a otros pasajeros. Los sindicatos mayoritarios han llamado a una jornada de paro desde las 12.00 hasta las 15.00 horas (08.00-13.00 GMT) y convocaron a una manifestación ante el Parlamento, donde se tramitan los nuevos presupuestos para 2011. La votación para aprobar las cuentas públicas se prevé sobre la medianoche, y la mayoría absoluta de la que goza el gubernamental Partido Socialista Panhelénico (PASOK) prevé una aprobación sin sobresaltos. Los presupuestos incluyen medidas para reducir el déficit fiscal al 7,4% del PIB el próximo año desde el 9,4% de 2010 con recortes, reformas y subidas de impuestos equivalentes a 14.300 millones de euros. Entre las medidas para frenar el despilfarro en el sector público, el Gobierno espera ahorrar 800 millones de euros con el saneamiento de las empresas estatales, y en especial, de las de transporte, con la reducción del déficit en el sector de los 389 millones de 2010 a 155 millones. Los comerciantes en Atenas han solicitado al gobierno que tome medidas para poner fin a las huelgas en el transporte urbano que, junto a la crisis económica, afectan a las ventas en una temporada que representa el 25% del negocio anual. A ello se añade también la huelga seguida hoy por los empleados que recogen la basura en Atenas, lo que ha empeorado la situación, con toneladas de desperdicios en las calles céntricas de la capital. Grecia está desde mayo bajo la supervisión de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional, que le otorgó un préstamo trianual de 110.000 millones de euros para salvarla de la quiebra a cambio de realizar drásticas reformas fiscales y estructurales.