EL PRIMER ministro israelí prometió ayer, durante la reunión semanal de su Gobierno, que nunca permitirá que el líder palestino, Yasir Arafat, sea enterrado en Jerusalén. Ariel Sharon recordó que se comprometió a permitir el regreso del rais a los territorios palestinos en caso de que finalice su estancia en un hospital de París. Según versiones oficiales, Arafat se ha estabilizado. J. C. B.