El Gabinete de Seguridad israelí, presidido por Ariel Sharon, decidió anoche proceder "en principio" a la deportación del presidente palestino, Yasir Arafat, aunque no de manera inmediata, y ordenó al Ejército que prepare un plan para su expulsión. El Gabinete de Seguridad subrayó en un comunicado que Arafat es un "obstáculo para la paz" del que Israel se va a "desembarazar", y lo hará tan pronto como lo permita la coyuntura internacional.

Fuentes políticas hebreas explicaron anoche que la decisión aplazada del Gabinete de seguridad se debía a un "mensaje claro" que Sharon recibió ayer mismo del presidente estadounidense, George Bush, en el sentido de que la expulsión de Arafat va contra los intereses de la Casa Blanca. Washington no quiere que sus operaciones en Irak se vean afectadas por las repercusiones del conflicto palestino-israelí. En un comunicado del Departamento de Estado, EEUU señaló: "No consideramos que la expulsión de Arafat sea beneficiosa".

El diario israelí de mayor difusión, Yediot Ahronot, publicó en portada que el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, dijo que Israel tiene que considerar no sólo la deportación de Arafat sino también su asesinato. Y esta propuesta fue puesta sobre la mesa durante la reunión de ayer.

EL ASEDIO DE LA MUKATA

En la Mukata, la maltrecha residencia de Ramala, donde vive asediado desde hace casi dos años, Arafat vaticinó que ni lo echarán ni se marchará por su cuenta. "Nadie va a echarme a patadas", comentó, y a la pregunta de si se va a ir voluntariamente respondió: "No, definitivamente. Nadie me va a cazar".

Fuentes militares reconocieron que el Ejército ya ha comenzado los "preparativos" para deportar a Arafat. Unidades del Ejército tomaron el Ministerio de Educación y un edificio civil que se encuentran junto a la Mukata.

La decisión de expulsar al líder de la ANP suscitó todo tipo de comentarios, como el del presidente francés, Jacques Chirac, quien definió a Yasir Arafat como "el representante legítimo de la Autoridad Palestina".

El primer ministro palestino, Ahmed Qorei, alias Abu Alá, retrasó la presentación del Gobierno ante el Parlamento hasta el domingo. La sesión de investidura tenía que haberse celebrado ayer, pero Israel no permitió que acudiesen a Ramala los diputados que viven en Gaza.