Los insurgentes se han apresurado a responder a la designación del nuevo primer ministro iraquí. La explosión de siete coches bomba en Bagdad acabó con la vida de al menos ocho personas y dejó heridas a más de un centenar. En otros actos de violencia, murieron una decena más de iraquís. La policía informó, además, del hallazgo de 32 cadáveres de jóvenes reclutas del Ejército iraquí, todos ellos con disparos de bala en la cabeza.

Dos de los vehículos estaban aparcados cerca de la Universidad de Mustansiriya, ubicada al este de Bagdad. Los coches estallaron casi simultáneamente y mataron a cinco personas, entre ellas a un niño de 10 años. Otras 25 resultaron heridas. En el barrio de Bad al Moadan explotó el tercer coche bomba, cerca del Ministerio de Sanidad, de un hospital y de una estación de autobuses. Al parecer, el blanco fue una patrulla de la policía. Hubo tres muertos y más de una veintena de heridos.

EN LA PLAZA TAHRIR Tres de los restantes atentados afectaron a unidades de las fuerzas de seguridad iraquís y el séptimo a un convoy del Ejercito estadounidense, que se desplazaba por la plaza Tahrir, en el centro de la capital. En ninguno de ellos se registraron víctimas mortales, pero sí numerosos heridos.

En el barrio bagdadí de Al Dura, grupos de hombres armados asesinaron a seis personas, mientras que en la ciudad de Tikrit, dos hombres mataron a tiros a cuatro policías en un control. Los asaltantes también perdieron la vida.

Los 32 cadáveres hallados ayer en un barrio de Bagdad y en Abú Graib eran de jóvenes recién incorporados al Ejército iraquí. En el sur de la capital, aparecieron otros dos cuerpos --uno con signos de haber sido ahorcado-- y tres más en la ciudad de Mosul, al norte del país.

Esta oleada de violencia se produce tan solo dos días después de que shiís, sunís y kurdos acordasen designar a Jawad al Maliki como nuevo primer ministro del país, tras cuatro largos meses de negociaciones.

FORMAR GOBIERNO Miembro del partido religioso shií Dawa, el nuevo jefe del Ejecutivo, de 56 años, dispone de menos de 30 días para formar un Gabinete de unidad nacional. Repartir el poder no es nada fácil, y menos en un país tan dividido y bajo la amenaza de guerra civil.

Los atentados de ayer coincidieron con la reanudación de juicio contra el dictador iraquí Sadam Husein. El fiscal de la acusación presentó ayer más pruebas sobre la implicación directa del expresidente en la matanza de 148 civiles del pueblo de Dujail en el año 1982.

La sesión judicial se suspendió hasta el próximo 15 de mayo. Será entonces cuando la defensa del dictador trate de demostrar su inocencia.