El presidente George Bush no hizo mención alguna de los malos tratos que reciben los presos del Ejército de EEUU en Bagram. Según denunció el pasado domingo el diario The New York Times, los más de 500 prisioneros encerrados allí sufren condiciones aún más "sórdidas" que las que padecen los presos de Guantánamo: sus nombres no se hacen públicos, no tienen acceso a abogados y no saben de qué cargos se les acusa.

"Era como una jaula, como las que usan en Karachi para los animales", denunció un exdetenido afgano citado por el Times. Bush estuvo ayer cerca de la cárcel, pues su avión aterrizó en la base de Bagram.