Tras la crisis del 2005, el entonces presidente, Dominique de Villepin, anunció un gran plan de mejora para los 751 barrios "sensibles" --eufemismo usado por el Gobierno para aludir a los guetos-- en Francia. Se prometieron inversiones de renovación urbana por valor de 30.000 millones de euros hasta el 2010. En el presupuesto del 2006, la partida destinada a este efecto fue de 4.000 millones de euros. En el 2007, de 3.700 millones.

Pero dos años después, hay proyectos en marcha para demoler y reconstruir edificios, pero aún no han superado la fase burocrática. La tasa de paro juvenil sigue siendo muy elevada. Y algunas medidas han quedado en papel mojado.