Irak será el último país en intervenir en el debate de la Asamblea General de la ONU que empieza mañana. El jefe de la delegación es el mismo que estaba cuando mandaba Sadam. Entre las tres personas que debían acompañarlo, una, Aquila al Hachimi, se debate entre la vida y la muerte en Irak. Dicho de otra manera: poco importa la opinión de Irak, su transición está aún llena de claroscuros y violencia. Y, en la ONU, mandan y hablan primero y alto los de siempre.