Beslán puso el listón tan alto, que cualquier horror posterior puede parecer menor, pero los niños muertos ayer en Bagdad se contaban por docenas. Quien colocó las bombas es el responsable, pero quienes, pretendiendo pacificar y democratizar todo Oriente Próximo, han convertido Irak en el matadero que es hoy, deberían rendir cuentas. Pero Bush y Blair siguen en campaña para mantenerse en el poder. En democracia, sólo los electores podrán en su día poner las cosas en claro. Veremos si en su momento estarán a la altura.

*Catedrático de Ciencia Política.