El portugués José Manuel Durao Barroso, próximo presidente de la Comisión Europea, se dispone a ceder a las reivindicaciones socialistas, evaluar a cada uno de los candidatos a comisario y modificar el reparto de carteras del Ejecutivo comunitario, según aseguró ayer el jefe del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz. Los socialistas exigen que al muy conservador italiano Rocco Buttiglione le sea retirada la cartera de Justicia, Seguridad y Libertades, por sus declaraciones machistas y su rechazo de los homosexuales y los inmigrantes. De no obtener satisfacción a sus demandas, el Grupo Socialista amenaza con votar contra la Comisión, el 27 de este mes, cuatro días antes de su entrada en funciones.

La configuración final de la nueva Comisión Europea se hará pública presumiblemente mañana. El alemán Hans-Gert Poettering, jefe del Grupo Popular en la Eurocámara, recordó que mientras que Buttiglione está en el punto de mira de los socialistas, los populares han contratacado poniendo precio a la cabeza del húngaro Laszlo Kóvacs, al que acusan de desconocer las tareas de su cartera de Energía. Marianne Fischer, futura responsable de Agricultura, y Neelie Kroes, comisaria de Competencia, también despiertan recelos.