El Gobierno chileno aseguró hoy que una nueva sonda de una de las máquinas que perforan en el yacimiento San José se encuentra a 80 metros del lugar donde estarían atrapados 33 mineros a unos 700 metros de profundidad, desde el pasado día 5. "De acuerdo a lo que teníamos previsto, esperamos en las próximas 24 horas alcanzar el nivel que corresponde", señaló a los periodistas el subsecretario chileno de Minería, Pablo Wagner, junto al ingeniero Andrés Sougarret, a cargo de las labores de rescate.

A través de la apertura dejada por la anterior sonda, que alcanzó los 750 metros y que pasó de largo sin encontrar el refugio de la mina, se introdujo en las últimas horas una cámara que tomó imágenes e hizo mediciones. Según Sougarret, las imágenes confirmaron que el derrumbe en el yacimiento sólo alcanzó una profundidad de 400 metros, por lo que no alcanzó la zona del refugio, que se ubica a unos 700 metros de profundidad. Gracias a estas imágenes, los expertos comprobaron que no existen grietas más allá de los 400 metros de profundidad.

Por su parte, el subsecretario chileno de Minería indicó: "probablemente en las próximas 24 horas podremos tener noticias más concretas respecto a si ha topado con alguna galería u otra área de superficie". Se mostró esperanzado en que en las próximas horas la sonda alcance la profundidad de 700 metros y anticipó que un segundo barreno "ya alcanzó los 580 metros". En los alrededores de la mina, decenas de carabineros vigilan la zona en prevención de nuevas protestas, como las que en las últimas jornadas protagonizaron los familiares de los obreros atrapados ante la demora en el rescate.

Los 33 mineros, uno de ellos boliviano, llevan desde el 5 de agosto a 700 metros de profundidad en el yacimiento de cobre y oro San José, de la empresa minera San Esteban, en la región de Atacama, a unos 830 kilómetros al norte de Santiago, en pleno desierto de Atacama. Las autoridades instaron a que no se haga caso a las publicaciones que especulan con que las opciones de rescatar a los mineros atrapados son muy pocas, pues "la última palabra la tienen los expertos instalados en el lugar", dijo una fuente gubernamental a Efe, que pidió el anonimato.