Escritora Por si no teníamos bastante con el caso de Dolores Vázquez, la policía sueca echa marcha atrás en su detención de un sospechoso. Del nuevo encartado en el crimen de la ministra Lindh no quieren dar ni un dato. Es obvio que sobre el primero, ahora libre, los periódicos habían dicho muchas cosas, y ninguna de ellas muy halagadora.

La incidencia de la prensa en los delitos más sonados tiene un claro efecto negativo para el ejercicio de la investigación. Precipita las cosas, presiona a los detectives y puede llegar a hacer fracasar planes complejos. La práctica policial no es como la que vemos en la ficción, con final feliz garantizado. Se trata de algo difícil que exige dedicación extrema y tiempo. Además, propicia el juicio paralelo de la sociedad de modo que las garantías procesales de los implicados se resienten. Por mucho afán de justicia que tengamos, hay que saber esperar en silencio. Los errores causan daños tremendos.