Las repercusiones del rotundo ´no´ al euro apenas se notaron ayer en Suecia. La corona sueca se revalorizó en los mercados, las acciones de las grandes empresas subieron en la bolsa y los suecos volvieron a la normalidad, satisfechos del resultado. Suecia se queda como está, con menor influencia en la UE.

Una de las vencedoras, la líder del Partido del Centro, Maud Olofsson, pidió que Suecia trabaje dentro de la UE por la paz y la seguridad, pero no ahorró críticas a la Unión Económica y Monetaria.

En las editoriales de los periódicos suecos se considera el resultado como "una rebelión popular contra la élite política" por su prepotencia al querer imponer a los ciudadanos sus intereses.