Los turcos aprobaron ayer en referendo la enmienda constitucional que permitirá la elección por sufragio directo del próximo presidente de la República. La consulta estuvo marcada por el poco interés y la baja participación. Solo el 60% de los electores votaron, pese a la multa de algo más de 10 euros con que podían ser castigados quienes no acudieran a las urnas y de que, en Turquía, tanto elecciones como referendos registran participaciones superiores al 80%.

El sí, solicitado por el gubernamental Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) y los nacionalistas kurdos, se impuso con el 70% de los votos frente al 30% de sufragios negativos, según la Comisión Electoral Suprema con el 91 % del escrutinio. Esta consulta popular, convocada en medio de la crisis por la elección presidencial de abril, fue perdiendo interés a medida que la política turca entró en otros cauces después de que el PJD revalidase su mayoría absoluta en julio, algo que utilizó para elegir al islamista moderado Abdullah Gül como jefe de estado.

Entre las medidas sometidas ayer a consulta están la reducción del mandato presidencial de siete a cinco años renovables por cinco más, la convocatoria de elecciones legislativas cada cuatro años y la reducción del número necesario de diputados para el quórum parlamentario.