Tras años de tranquilidad, Rusia recordó ayer lo que es el ataque terrorista de una viuda negra , mujeres chechenas que se suicidan para vengar la muerte de sus familiares a manos de las tropas rusas. Al menos 11 personas murieron y más de 30 resultaron heridas en Vladikavkaz, capital de Osetia del Norte, tras un atentado perpetrado por una terrorista en un microbús.

La explosión se produjo a las 14.15 horas (dos horas menos en España) en una parada del centro de la ciudad, cuando los pasajeros descendían del vehículo capaz de transportar hasta 16 personas. En la parada había mucha gente, así como varios minibuses aparcados con pasajeros que también fueron alcanzados por el estallido. Según testigos, la onda explosiva destruyó los cristales de varios edificios cercanos. La mayor parte de los heridos son estudiantes de dos universidades locales que regresaban a casa después de las clases, según informó Boris Digurov, responsable del hospital central de Vladikavkaz.

Se ha abierto una investigación criminal por asesinato y terrorismo. "No cabe duda de que ha sido un atentado terrorista. Hemos encontrado elementos de un artefacto explosivo, así como la cabeza partida de una mujer, que pudo pertenecer a la terrorista. El explosivo no estaba en el interior del vehículo", dijo el presidente de Osetia del Norte, Taimuraz Mamsurov.

Según Mamsurov, el artefacto tenía una carga equivalente a 500 gramos de trilita. Inicialmente, la policía informó de que el estallido se debió a una explosión del gas en el minibús.

Osetia del Norte es una república norcaucásica rusa, vecina de Chechenia y de Osetia del Sur, región separatista georgiana, cuya independencia fue reconocida por Rusia a finales de agosto pasado. Los osetios están divididos en dos estados, Georgia, a la que pertenece Osetia del Sur, y Rusia, de la que forma parte Osetia del Norte, donde se encuentra Mozdok, principal base rusa en el Cáucaso. Los osetios, que sufrieron las consecuencias del conflicto checheno con la toma de rehenes de Beslán, acusan a la minoría ingusetia musulmana de fomentar el terrorismo.

Según una de las versiones, el ataque pudo haber sido obra de una de las denominadas viudas negras chechenas. Fue en octubre del 2002 cuando el mundo vio por primera vez sus imágenes. Una decena de mujeres chechenas, cuyos familiares habían fallecido a manos de soldados rusos, participaron en la toma del teatro Dubrovka de Moscú. Cada una llevaba acoplado al cuerpo un cinturón explosivo.