La mezquita estaba abarrotada porque, además de ser viernes, día de rezo musulmán, se celebraba la Fiesta del Cordero. De ahí la envergadura de la catástrofe. El exministro del Interior paquistaní y candidato en la cita electoral del 8 de enero, Aftab Khan Sherpao, salió ayer ileso de un atentado en el que al menos 50 personas perdieron la vida, cuando un suicida hizo explotar su carga dentro de la mezquita que el político tiene en su complejo residencial de Sherpao, a 40 kilómetros de Peshawar.

Es la segunda vez en ocho meses que el candidato salva la vida en un atentado. Un dato refleja la inestabilidad política en Pakistán donde el presidente, Pervez Musharraf, restauró el día 15 la Constitución tras su autogolpe y convocó elecciones.

El jefe de la policía provincial explicó que el exministro, junto a dos de sus hijos --uno resultó herido leve--, estaba orando cerca del suicida, que entró en el templo cargado de explosivos y burlando los controles. A los 50 fallecidos han de sumarse más de 100 heridos. La bomba contenía entre seis y ocho kilos de explosivo mezclados con clavos.

Musharraf se apresuró a condenar el atentado y ordenó a las agencias de seguridad y espionaje del Gobierno la búsqueda del cerebro del ataque para llevarlo ante la justicia.