Marruecos llevaba tres semanas en alerta roja y el domingo se confirmaron esos presagios con el suicidio de un terrorista en un cibercafé de Casablanca. Esta acción kamikaze se produce después de que Argelia fuera sacudida por una decena de atentados y que un Estado policial y habitualmente tranquilo como Túnez quedara conmocionado tras el enfrentamiento entre la policía y terroristas.

Los hechos se produjeron a las 10 de la noche del domingo, cuando dos individuos entraron en un café internet del suburbio de Sidi Mumen de Casablanca. Según un testigo, el encargado del cibercafé descubrió que estaban consultando páginas web yihadistas que hacían apología de atentados terroristas. El encargado avisó a la policía e intentó cerrarles el paso. Entonces, uno de ellos accionó la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo. Su acompañante, que intentó darse a la fuga, fue detenido.

La explosión mató solo al suicida e hirió al encargado del local y a otras dos personas. El cuerpo del kamikaze resultó destrozado en múltiples pedazos y solo quedó íntegra y reconocible la cabeza, calcinada. Fuentes policiales en Marruecos sostienen que el objetivo de los radicales no era el cibercafé, sino que pretendían atentar en algún lugar de Casablanca y que esperaban las instrucciones por internet.

Este es el primer ataque terrorista que sufre Marruecos desde los atentados del 16 de mayo del 2003 en Casablanca, cuyos autores procedían también del suburbio de Sidi Mumen. Fuentes policiales señalan que los explosivos y el perfil de los radicales se parece al de los autores de aquellos ataques.

INFILTRADOS El país estaba en alerta desde febrero, cuando las fuerzas de seguridad tuvieron indicios de la infiltración de al menos dos terroristas de Al Qaeda expertos en explosivos en el Magreb Islámico. El 24 del mes pasado, el Gobierno marroquí distribuyó las fotos de otros dos individuos, Mohamed Bakali y Mohamed Agbalu, a los que acusaba de pertenecer a ese grupo.

En enero, las fuerzas de seguridad detuvieron en Tetuán a unas 40 personas acusadas de pertenecer a una red de envío de terroristas a Irak. Mientras, el verano pasado, decenas de personas fueron arrestadas bajo la acusación de preparar atentados e incluso un golpe de Estado.

El ataque de ayer en Marruecos muestra que el norte de Africa vive una auténtica ofensiva terrorista protagonizada por Al Qaeda en el Magreb Islámico. Así se denomina la fusión de los grupos terroristas magrebís liderada por los extremistas argelinos del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC). Esta organización se ha unido al Grupo Islámico de Combatientes Marroquís (GICM) y a extremistas libios y tunecinos. Esos grupos, que antes actuaban por separado, se han fusionado y persiguen los fines de Al Qaeda.