EEUU amenaza con restringir la cooperación con los servicios secretos del Reino Unido si se dan a conocer las pruebas sobre supuestas torturas a un preso de Guantánamo. La acusación fue lanzada ayer por dos jueces veteranos del Tribunal Supremo, que tienen, sin poder revelarlos, los detalles del caso de Binyam Mohamed, un residente británico nacido en Etiopía que lleva cuatro años en Guantánamo. En el fallo dado a conocer, tras una vista a puerta cerrada, los magistrados John Thomas y David Lloyd Jones afirman que la amenaza lanzada por la Administración de George Bush, sigue vigente con Barack Obama, según los abogados del ministro de Asuntos Exteriores británico, David Miliband.

Los medios de comunicación habían reclamado al tribunal que se hicieran públicas las pruebas que estaban en poder del Gobierno sobre el trato recibido por Mohamed. El etíope, detenido en Pakistán en el 2002, fue acusado de haber recibido entrenamiento de Al Qaeda. Sus abogados afirman que fue torturado en una cárcel de Marruecos. En el auto, los jueces reprochan a EEUU que "una democracia" pueda esperar que "el tribunal de otra democracia suprima pruebas relevantes contenidas en los informes de sus propios funcionarios" sobre "alegaciones significativas de tortura y trato cruel y humillante, por mucho que sean políticamente embarazosas".