Robert Gates, el candidato a sustituir a Donald Rumsfeld al frente del Pentágono, ha admitido hoy que Estados Unidos "no está ganando" la guerra de Irak y ha dicho que está dispuesto a considerar nuevas ideas para reconducir el conflicto. "Desde mi punto de vista, todas las opciones están sobre la mesa acerca de cómo podemos afrontar el problema en Irak", ha declarado Gates en la primera audiencia para su confirmación como secretario de Defensa en el Comité de Fuerzas Armadas del Senado. "Lo que estamos haciendo ahora no es satisfactorio", ha reconocido, tras responder con un claro "no" a la pregunta de si creía que EEUU estaba ganando la guerra. Mejora o conflagración regional En su opinión, o la estrategia que decida seguir Washington en territorio iraquí supone una mejora lenta pero constante de la situación, o EEUU e Irak se enfrentarán a "un riesgo muy real de una conflagración regional". El candidato a dirigir el Pentágono ha comunicado a los senadores que el presidente de EEUU, George Bush, le había pedido que adoptara un nuevo enfoque con respecto al conflicto iraquí, algo que está dispuesto a hacer sin descartar ninguna opción, salvo la retirada de tropas. "Dejar a Irak en el caos tendría consecuencias peligrosas tanto en el región como a nivel mundial durante muchos años", ha afirmado Gates. Bush pide que se acelere la designación Antes de acudir al Senado, el sustituto de Rumsfeld se ha reunido con el presidente en la Casa Blanca. Al término de la entrevista, Bush ha instado a los senadores a que acelerasen los trámites para la pronta confirmación de Gates como secretario de Defensa. Robert Gates, de 63 años, fue director de la Agencia Central de Información de EEUU (CIA) entre noviembre de 1991 y enero de 1993, y desempeñó un papel clave durante la primera guerra del Golfo, así como antes en la crisis de los rehenes de Irán y la invasión soviética de Afganistán.