Al principio, ni siquiera me mira. Después, entre constantes interrupciones por preguntas suyas relativas a mis creencias religiosas o a mi estatus familiar, la tensión inicial se va disipando y la conversación se hace más fluida. Tras comprobar que puedo hablar unas pocas palabras de árabe clásico, lengua que muchos líderes talibanes conocen a la perfección, me llega a dedicar miradas de complicidad. Y por fin, cuando le muestro mi libro para el viaje (una iniciación al Corán en francés), noto que la barrera se ha desvanecido. "Puede preguntarme lo que quiera", dijo hacia el final de las tres horas y media de conversación.

El interlocutor es el Maulavi Sayyed Shah Mosleh, de 30 años, jefe del autoproclamado Departamento para la Reforma del Estado Talibán en la provincia de Herat, con capacidad de nombrar cargos en la administración paralela que los talibanes han diseñado en las zonas que controlan. Tiene experiencia en combate contra las tropas extranjeras y afganas. Durante el depuesto régimen del mulá Omar, fue comandante de policía. El encuentro con un dirigente talibán en la zona española llevaba tiempo negociándose, gracias a la mediación de mi colaborador Mansoor Bajtar. Pero la primera sorpresa se produjo al aterrizar en Herat. El Maulavi Sayyed Shah Mosleh nos comunicó que vendría a nuestro hotel. Pensé que si un alto dirigente talibán puede moverse con facilidad por el centro de la tercera ciudad de Afganistán, ello quiere decir que su penetración supera cualquier previsión.

Sayyed Shah Mosleh se presenta a la cita vestido con un inmaculado shalwar kameez blanco (vestimenta compuesta de túnica y pantalones anchos) y la cabeza cubierta con un turbante de idéntico color. Realiza la entrevista a cara descubierta, pero se tapa para las fotos.

La primera pregunta es de perogrullo: "¿Por qué combaten a las tropas extranjeras y a Karzai?". "Seguimos las órdenes de Dios y lo que nos dicta la tradición afgana; el Gobierno de Hamid Karzai es lo mismo que el de Nayibulá presidente de Afganistán durante la ocupación soviética. Los extranjeros son para nosotros invasores". "¿Ello me incluye?", pregunto. "Eres un huésped; los soldados son invasores". Maulavi alaba al régimen talibán derrocado en el 2001. "Durante el Gobierno de Karzai no se ha cortado ni un dedo a los ladrones, y mira cómo se ha disparado la corrupción".

"¿Existe para ustedes diferencia entre EEUU y España?", pregunto. "América es quien ataca, pero los otros le siguen para no crearles problemas", responde. "EEUU ha tenido que salir de Irak con vergüenza, y algún día lo hará de Afganistán, si España no se marcha ahora, será partícipe; vuestros soldados están muriendo en Afganistán por nada; ¿no quiere España detener esto?", inquiere.