Nuevo acto criminal de los talibanes en Afganistán. Una cuarentena de personas --la mayoría civiles, según el Gobierno-- fueron degolladas después de que el autobús en el que viajaban fuese detenido en Kandahar por un grupo talibán. Los secuestradores los tomaron como rehenes el jueves en las afueras de esa ciudad, feudo talibán, según informó ayer el portavoz del Ministerio de Defensa, Zahir Azimi.

El portavoz aseguró que un grupo de insurgentes paró varios autobuses de línea cuando viajaban desde Kabul a Herat. Los asaltantes tomaron como rehenes a unos 50 viajeros, que fueron trasladados a la zona de Band Timor.

El jefe de la Policía de Kandahar, Matitullah Khan Qaneh, agregó que habían recibido los cuerpos degollados de seis víctimas. "Uno de los autobuses logró escapar, pero los talibanes dispararon matando a un niño, del primer autobús. De los 50 pasajeros del segundo vehículo, 10 fueron liberados. Los otros 40, asesinados", afirmó. Sin embargo, el portavoz talibán, Qari Mohamed Yusif Ahmadi, cifró en 27 el número de víctimas y aseguró que todos los fallecidos son soldados del Ejército, extremo que no pudo ser confirmado.