Insurgentes talibanes secuestraron ayer a 300 alumnos, profesores y familiares de una escuela gestionada por el Ejército cuando viajaban en varios minibuses desde el departamento tribal de Waziristán del Norte hacia la ciudad de Bannu, localidad que, aunque se halla fuera del cinturón tribal, junto a la frontera, está considerada muy peligrosa.

El secuestro tuvo lugar mientras el Ejército paquistaní continuaba con su ofensiva militar contra la insurgencia islamista en el valle de Swat, en el noroeste del país y a poco más de un centenar de kilómetros de Islamabad. Los estudiantes viajaban a bordo de una treintena de minibuses después de las vacaciones. Los milicianos islamistas, armados con granadas de mano, obligaron al convoy de estudiantes a detenerse. Solo dos de los vehículos consiguieron llegar a su destino.