Dos de los ocho miembros de la Armada británica detenidos el lunes por Irán aparecieron ayer en la televisión iraní pidiendo "perdón" por lo que calificaron de "gran error". Los ocho británicos seguían anoche detenidos, a pesar de los esfuerzos de las autoridades del Reino Unido por lograr su liberación y evitar una crisis diplomática con Teherán.

Desde la capital iraní, las informaciones que llegaron a lo largo del día eran escasas y contradictorias. La televisión estatal aseguró que los cautivos iban a ser procesados, pero la noticia fue desmentida por el ministro de Exteriores, Kamal Jarazzi, quien habló por teléfono con su colega británico, Jack Straw. Poco después, un oficial del Ejército militar iraní dijo que, si los interrogatorios a los ocho militares detenidos demostraban que los británicos no llevaban "mala intención" cuando entraron en aguas jurisdiccionales iranís, serían "liberados pronto".

OJOS VENDADOS El Foreign Office británico llamó al embajador iraní en Londres para pedirle explicaciones y hacerle saber su "gran preocupación" por el trato que recibían los prisioneros. Vestidos en traje de faena, los militares británicos fueron exhibidos en la televisión iraní, sentados en un sofá, con el rostro descubierto primero y después con los ojos vendados.

Dos de ellos volvieron a aparecer ante la cámara para pedir perdón. "Nuestro equipo entró equivocadamente en aguas iranís. Pedimos perdón por este error, porque fue un gran error", dijo uno de ellos, el sargento Thomas Hawkins. Horas antes, Mohamed Shariyati, consejero del presidente iraní, Mohamed Jatamí, había exigido al Reino Unido que pidiera disculpas.

El ministerio de Defensa británico asegura que las lanchas apresadas en el delta del Shat al Arab, en el golfo Pérsico, eran utilizadas para entrenar a la policía de fronteras iraquí y que penetraron por error en aguas jurisdiccionales iranís.