Una gran explosión generó ayer un enorme sobresalto en la comitiva motorizada en la que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, viajaba por las calles de la ciudad occidental de Hamadán. Mientras varias cadenas de televisión árabes y hasta fuentes de la misma oficina del jefe del Estado confirmaban que la deflagración había sido originada por una granada, fuentes oficiales intentaron cortar de raíz los rumores de intento de magnicidio contra el presidente iraní y aseguraron que lo que estalló fue un petardo artesanal encendido por un simpatizante. La escasez de periodistas independientes presentes en el país impide saber qué es lo que ocurrió exactamente.

La agencia de noticias oficial Irna explicó ayer que, hacia el final del día, "un joven que se encontraba en medio de la muchedumbre" que saludaba al jefe del Estado "encendió un petardo para manifestar su alegría". "Desafortunadamente, ciertos medios de comunicación iranís han descrito este petardo inofensivo como una granada, suscitando la confusión", añadió la agencia de información en un despacho. La web www.khabaronline.ir, página conservadora considerada próxima al presidente del Parlamento Alí Larijani, precisó que la explosión se produjo en las proximidades de un minibús de periodistas que acompañaban al presidente en Hamadan.

DETENCION El coche que transportaba a Ahmadineyad se hallaba en el momento de la explosión a un centenar de metros del lugar. La misma fuente, Khabaronline.ir, habló en un principio de "una granada", aunque posteriormente modificó su versión y acabó sumándose a la tesis de "un petardo". También precisó que el responsable de la explosión fue detenido, mientras los congregados coreaban eslóganes contra los Muyahidines del Pueblo, a quienes llamaba "hipócritas". Son la principal organización que lleva a cabo una lucha armada contra el régimen iraní de los ayatolás. La agencia Mehr, citando a algunos testimonios, evocó por su parte una "bomba sonora artesanal" que no hirió a nadie pero que provocó una importante columna de humo.

El presidente iraní, en su alocución, pronunciada poco después del incidente y retransmitida por televisión, no hizo mención alguna al suceso. En varias ocasiones anteriores, durante estos últimos meses, Ahmadineyad había subrayado que Israel intentaba asesinarle. "Los sionistas estúpidos han contratado a mercenarios para asesinarme", reafirmó el dirigente el lunes.

Teherán asegura tener pruebas de dichas acusaciones. De forma regular, Ahmadineyad niega el Holocausto que sufrieron los judíos a lo largo de la segunda guerra mundial y predice la pronta desaparición del Estado de Israel.