La televisión "Futuro", propiedad del líder de la mayoría parlamentaria libanesa Saad Hariri, ha suspendido hoy sus emisiones y ha sido evacuada, poco después de que se reanudasen los enfrentamientos en el barrio de Corniche al Masra, en el oeste de Beirut. La suspensión llega después de una sangrienta noche en la que al menos siete personas murieron y otras diez resultaron heridas en enfrentamientos en Beirut entre partidarios de la mayoría y de la oposición, encabezada por el grupo chií Hizbulá.

Según explicó su director, Imad Assi, a la emisora "Voz del Líbano", el canal ha decidido suspender sus emisiones "después de recibir amenazas" y el edificio abandonado ha pasado ahora a estar bajo la custodia del Ejército libanés. Poco antes, hombres armados habían atacado la sede de la televisión, después de haber hecho lo mismo con los locales del periódico del mismo nombre, que también fue evacuado.

Los empleados del canal abandonaron el edificio, en el oeste de Beirut, protegidos por el Ejército y el último que lo hizo fue el director después de asegurarse que todos estaban bien. Medios informativos no descartan que "Futuro" pueda transmitir desde otro local.

Los combates se tornaron muy violentos después del discurso ayer del jefe de Hizbulá, Hasan Nasrala, que aseguró que mantendrá a sus seguidores en las calles mientras el Ejecutivo libanés no revoque dos decisiones que considera contrarias a sus intereses. Nasrala aludía a la decisión gubernamental de eliminar la red de telecomunicaciones de Hizbulá y la de despedir al jefe de la seguridad del aeropuerto, Wafic Chucair, afín al grupo chií.