La sospecha de que la red terrorista Al Qaeda, que dirige Osama bin Laden, prepara algún otro atentado inminente contra objetivos occidentales ha desatado una cadena de alertas que apuntan a países de Asia, Africa y el golfo Pérsico.

Responsables diplomáticos norteamericanos advirtieron ayer que disponen de informaciones sobre un posible ataque contra un complejo residencial en el barrio de Al Hamra de la ciudad de Yida, a orillas del mar Rojo, en Arabia Saudí. Este aviso se produce sólo cuatro días después de los tres atentados suicidas contra zonas residenciales habitadas por occidentales en la capital saudí, Riad, y se atribuyen a Al Qaeda.

Kenia se apunta también como probable escenario de un atentado inminente. El Gobierno de Londres tomó el jueves la drástica decisión de suspender los vuelos de las compañías británicas a ese país africano "hasta nuevo aviso". El alto comisionado británico en Nairobi, Edward Clay, admitió que la medida fue adoptada a raíz de la supuesta presencia en Kenia de Fazul Abdullah Mohamed, sospechoso de ser un importante miembro de Al Qaeda, y al que se considera como el arquitecto del atentado en un hotel de Mombasa, el pasado noviembre. EEUU cree que Abdullah Mohamed estuvo detrás de las bombas contra las embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania, en 1998.

La decisión del Gobierno de Tony Blair dejó a unos 1.200 turistas británicos, que se encontraban en Kenia, sin poder regresar a casa y provocó la "irritación" del Gobierno keniano. La aerolínea del país, Kenyan Airways, decidió aumentar sus vuelos para cubrir el vacío dejado por British Airways y la compañía Monarch.

A pesar de las quejas de Nairobi, tanto EEUU como Alemania se sumaron ayer a las precauciones británicas. Washington y Berlín recomendaron a sus ciudadanos que no viajen a Kenia por la posibilidad de que se produzcan "atentados contra las infraestructuras extranjeras y turísticas en ese país", según un comunicado del Ministerio de Exteriores alemán.

Mientras, Berlín recomendó "prudencia extrema" a los ciudadanos alemanes que estén en Malaisia. Horas antes, Washington había lanzado una advertencia similar y desaconsejó a sus ciudadanos visitar, en particular, la zona de Sabah, en la isla de Borneo.