La compañía eléctrica Tokyo Electric Power (TEPCO) aseguró hoy que agua contaminada con material radiactivo se filtró del reactor número 6 de su central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, provincia de Niigata, a causa del terremoto de 6,8 en la escala de Richter. Según la agencia Kyodo, el terremoto, que afectó esta mañana el noroeste de Japón, destruyó al menos 515 casas, la mayoría ubicadas en la ciudad de Kashiwazaki.

El seísmo obligó a TEPCO a detener la actividad en su planta en Niigata para realizar una evaluación de daños, tras un incendio que afectó a un transformador eléctrico en su reactor número 3. El fuego fue sofocado poco después sin que se detectasen fugas radiactivas y el gobierno japonés puso en marcha una investigación para esclarecer lo ocurrido. Incluso el primer ministro nipón, Shinzo Abe, canceló sus actividades de campaña electoral, de cara a los comicios al Senado del 29 de julio, para visitar la zona más dañada y se acercó hasta la central nuclear para comprobar de primera mano las medidas de seguridad adoptadas en las instalaciones.

El temblor, con epicentro a 17 kilómetros de profundidad en el Mar de Japón, sacudió a las 10.13 de la mañana de hoy (1.13 GMT) la región de Niigata y fue seguido por varias réplicas; la más fuerte, de 5,6 grados, se produjo a las 15.37 (6.37 GMT). Hasta el momento, la lista de muertos asciende a siete (todas personas mayores de 70 años), mientras que la cifra de heridos ronda las 830 personas, según Kyodo. La mayoría fallecieron al quedar sepultados por el derrumbe de las viviendas.

El número de víctimas del terremoto podría aumentar a medida que pasan las horas y los equipos de emergencias realizan las tareas de desescombro. La agencia meteorológica japonesa ya ha alertado de la posibilidad de que se registren temblores en la zona de una magnitud próxima a los 6 grados durante esta semana. El Gobierno de Japón ha puesto en marcha un dispositivo especial para atender a los afectados y normalizar la situación en el área.

Primeras ayudas

En Niigata se han habilitado 100 centros de evacuación para las más de 7.700 personas que han tenido que abandonar sus domicilios por daños en la estructura. Por su parte, la empresa nipona AEON anunció el envío de 36.000 litros de agua embotellada, 250 litros de botellas de té y 1.000 unidades de arroz envasado, entre otros alimentos.

La zona afectada está sufriendo los efectos secundarios de un temblor de esta magnitud, como son los problemas de abastecimiento de electricidad, agua y gas. Por el momento, se ha cortado el suministro de luz en 56.000 hogares en las regiones de Niigata y Nagano (centro de Japón), mientras que 60.000 tienen problemas para acceder a agua potable.

El seísmo alteró los servicios de transporte, con fallos durante unas horas en el sistema de energía del tren bala japonés, grietas en las carreteras y el cierre temporal del aeropuerto de Niigata para comprobar los daños sufridos en la pista de aterrizaje. En un primer momento, la agencia meteorológica japonesa emitió una alerta de tsunami, aunque la desactivó poco después.

El 23 de octubre de 2004, esta región sufrió un seísmo de la misma intensidad en el que murieron 67 personas y resultaron heridas 4.800. Japón se encuentra en una de las zonas sísmicas más activas del planeta y los terremotos de gran intensidad son relativamente frecuentes, si bien no suelen provocar daños, debido a que las construcciones del país están preparadas para los temblores. El seísmo más grave ocurrido en Japón en años recientes se registró en Kobe (oeste del país) el 17 de enero de 1995, con una magnitud de 7,3 grados en la escala de Richter, y causó más de 6.000 muertos.