Un seísmo de 6,8 grados en la escala de Ritcher sacudió hoy el noroeste de Japón y hasta el momento ha causado siete muertos, 700 heridos y el cierre de una central nuclear, según informó la cadena pública nipona NHK.El temblor, con epicentro a 17 kilómetros de profundidad en el mar de Japón, se produjo a las 10.13 de la mañana de hoy (01.13 GMT) en la región de Niigata, al noroeste de Japón y fue seguido por varias réplicas, la más fuerte, a las 15.37 (06.37 GMT), fue de 5,6 grados.La agencia meteorológica japonesa ya ha alertado de la posibilidad de que se registren temblores en la zona de una magnitud próxima a 6 durante esta semana.Por el momento, siete personas han muerto y 700 han resultado heridas a causa del terremoto, aunque la cifra podría incrementarse a medida que se procede al desescombro de las 300 viviendas derruidas.El Gobierno de Japón ha puesto en marcha un dispositivo de emergencia para atender a los afectados y normalizar la situación en el área.En Niigata se han habilitado 100 centros de evacuación para las más de 1.400 personas que han tenido que abandonar sus domicilios por daños en su estructura, especialmente en la ciudad de Kashiwazaki.Por su parte, el principal grupo minorista nipón, AEON, anunció el envío de 36.000 litros de agua embotellada, 250 litros de botellas de té, 1.000 unidades de arroz envasado y 5,000 pasteles.Como consecuencia del terremoto, se cerró la central nuclear Kashiwazaki-Kariwa de la compañía Tokyo Electric Power, después de que se desencadenase un incendio en su reactor número 3, aunque el fuego fue extinguido pocas horas después sin que se detectasen fugas radiactivas.No obstante, las autoridades japonesas están investigando las causas del suceso.El propio primer ministro nipón, Shinzo Abe, canceló sus actividades de campaña electoral, de cara a los comicios al Senado del 29 de julio, para visitar la zona más dañada y se acercó hasta la central nuclear para comprobar de primera mano las medidas de seguridad adoptadas en las instalaciones."He dado instrucciones de que se tomen todas las medidas posibles para salvar vidas y garantizar la seguridad ciudadana", señaló Abe, quién añadió que "haré el mayor de los esfuerzos para paliar la ansiedad de las víctimas del desastre".La zona afectada está sufriendo los efectos secundarios de un temblor de esta magnitud, como son los problemas de abastecimiento de electricidad, agua y gas.Se ha cortado el suministro de luz en 35.000 hogares en la región de Niigata y 50.000 tienen problemas para acceder a agua potable.El seísmo alteró los servicios de transporte, con fallos durante unas horas en el sistema de energía del tren bala japonés, grietas en las carreteras y el cierre temporal del aeropuerto de Niigata para comprobar los daños sufridos en la pista de aterrizaje.En un primer momento, la agencia meteorológica japonesa emitió una alerta de tsunami aunque la desactivó poco después.El temblor, al principio clasificado con una magnitud de 6,6 grados en la escala abierta de Ritcher, alcanzó una intensidad de 6 en la escala japonesa de 7 en las ciudades de Kashiwazaki y Kariwa, se pudo sentir en Tokio aunque con menor intensidad.De hecho, diecisiete ascensores de Roppongi Hills, sofisticado complejo comercial y de oficinas de 54 plantas y uno de los iconos de la capital nipona, se pararon automáticamente tras el seísmo después de registrarse oscilaciones de consideración a partir del piso 33, momento en el que estaban vacíos.El 23 de octubre de 2004, esta región sufrió un seísmo de la misma intensidad en el que murieron 67 personas e hirió a 4.800.Japón se encuentra en una de las zonas sísmicas más activas del mundo y los terremotos de gran intensidad son relativamente frecuentes, si bien no suelen provocar daños debido a que las construcciones del país están preparadas para los temblores.El seísmo más grave ocurrido en Japón en años recientes se registró en Kobe (oeste del país) el 17 de enero de 1995 con una magnitud de 7,3 grados en la escala de Richter y causó más de 6.000 muertos.