Pakistán es el principal aliado de EEUU en Asia Central en el marco de la guerra contra el terrorismo. Después del 11-S, el Gobierno de Pervez Musharraf prestó solícitamente su territorio para que el Pentágono lanzara desde allí la guerra contra el régimen talibán afgano, lo cual le granjeó la oposición acérrima de los islamistas radicales.

En los últimos tres años, Islamabad ha entregado a Estados Unidos a más de 700 supuestos miembros de la organización Al Qaeda.

La mayoría de ellos se hallan recluidos en la cárcel de Guantánamo (Cuba).