Los miembros de los grupos terroristas islamistas se ven obligados por sus jefes a romper el ayuno del Ramadán antes de cada atentado, basándose en una supuesta "fetwa" (decreto religioso) que les autoriza a no cumplir con los preceptos del mes sagrado musulmán mientras hacen la "yihad" (guerra santa).

Según testimonios de antiguos miembros de estos grupos que publica hoy el diario argelino en árabe "Annahar", la orden impartida por los emires (jefes) de no respetar el ayuno provoca fuertes disputas entre partidarios y detractores de esta medida en el seno de los comandos. Cuando suceden estas discusiones, a menudo violentas, el emir convoca a las dos partes y por lo general decide a favor de los que abogan por no respetar la obligación de ayunar, afirma el diario.

En algunos casos, según las declaraciones de los terroristas arrepentidos, los emires autorizan en general el ayuno de los militantes pero les obligan a romperlo pocas horas antes de llevar a cabo un atentado. Los encargados del ataque deben romper el ayuno en presencia del jefe del grupo, que les explica que comer dos horas antes les permite llevar a cabo la acción terrorista con la suficiente fuerza y energía.

Los que rechazan llevar a cabo la orden de romper el ayuno corren el riesgo de ser ejecutados, aseguran los arrepentidos. Basándose en una lectura errónea del Corán, los terroristas consideran que el Ramadán es un período en el que deben multiplicarse las acciones de la "yihad". En la época del decenio negro en Argelia durante los años noventa, los atentados se sucedían con mayor vigor durante el mes sagrado de ayuno, uno de los cinco pilares básicos del Islam.