Ocho palestinos y cuatro israelís murieron ayer en Gaza y en Tel Aviv en dos ataques ocurridos en una sangrienta jornada de Navidad. Cinco de los muertos palestinos fueron víctimas de un ataque aéreo israelí con helicópteros en la ciudad de Gaza, bombardeo que ha supuesto la reanudación de la política de los llamados asesinatos selectivos por Israel desde octubre.

El bombardeo aéreo tuvo como blanco a Makled Hamid, jefe del brazo armado de la Yihad Islámica en la banda autónoma, y se produjo dos días después de una sangrienta incursión del Ejército en el campo de refugiados de Rafah, que dejó ocho palestinos muertos.

Las otras víctimas mortales son dos activistas y dos civiles que al parecer le acompañaban en el coche, que circulaba por el barrio Shej Raduán, bastión de los islamistas en Gaza capital, cuando los helicópteros israelíes Apache les dispararon dos certeros misiles.

Las explosiones causaron también cerca de una veintena de heridos y causaron el pánico, dijeron fuentes hospitalarias.

LOS ANTECEDENTES La última vez que Israel aplicó esta política fue a finales de octubre en el campo de refugiados de Al-Bureij, en Gaza, donde por error mató no sólo a los dos militantes que perseguía sino también a una docena de inocentes.

La decisión de cesar los asesinatos selectivos , o ejecuciones extrajudiciales de activistas de la Intifada, seguía a lo que el servicio de Inteligencia Militar israelí calificó de "decisión estratégica" del Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS) de interrumpir los atentados suicidas en el territorio de Israel.

Sin embargo, el diario Haáretz informaba ayer de que el servicio secreto, o Shabak por sus siglas en hebreo, ponía en tela de juicio esa evaluación y alegaba que HAMAS no había interrumpido los ataques sino que las fuerzas de seguridad israelíes los habían frustrado.

Como ejemplo ponían los más treinta ataques frustrados estos dos últimos meses, y entre ellos tres suicidas arrestados cuando ya estaban camino de sus fines.

"El de hoy sencillamente ha conseguido pasar", se justificaba el jefe de Policía Yosi Sedbon, desde el lugar de los hechos.

El atentado tuvo lugar ayer a eso de las 18:20 hora local (16.20 GMT) bajo una de las principales arterias del cinturón externo de Tel Aviv. El suicida se acercó a una de las paradas de autobús e hizo explotar sus artefactos, matando a cuatro israelís: tres mujeres y un hombre.