La esperada conversión al catolicismo del exprimer ministro británico Tony Blair se formalizó el viernes en una ceremonia oficiada por el primado de Roma en Inglaterra y Gales, el cardenal Cormac Murphy O´Connor, en la capilla privada de su residencia, en el centro de la capital británica, según se hizo público ayer. Aunque bautizado en la religión anglicana, el exprimer ministro británico Tony Blair llevaba mucho tiempo practicando los ritos de la fe de Roma, con su esposa Cherie y sus cuatro hijos, todos ellos católicos.

"SATISFACCION" El Vaticano mostró ayer su "satisfacción", mientras el cardenal Cormac Murphy daba la bienvenida al nuevo feligrés, que en los últimos meses ha estado siguiendo un "programa de formación de preparación para recibir la comunión". El exdirigente laborista había retrasado su conversión oficial hasta dejar Downing Street para evitar una reacción adversa de la opinión pública. El peso que en la política británica han tenido siempre las creencias religiosas de Tony Blair es un factor que no se ha evaluado aún debidamente.

El pasado año, el entonces primer ministro británico reconoció haber rezado muchas veces a Dios cuando tuvo que decidir si enviar o no enviar las tropas británicas a la guerra de Irak. Si el mandatario siguió o no el consejo divino, solo el cielo lo sabe. Su comportamiento a la hora de votar en el Parlamento británico ha ido, sin embargo, "en más de una ocasión contra las enseñanzas de la Iglesia", según se encargó ayer de subrayar la exministra conservadora Ann Widdecombe, otra anglicana convertida también al catolicismo.