El hasta ayer primer ministro británico, Tony Blair, fue interrogado por tercera vez por Scotland Yard antes de abandonar el cargo en relación con la supuesta venta de títulos honoríficos a benefactores del partido laborista. Así lo señalaron hoy fuentes citadas tanto por la BBC como por la agencia Press Association, según las cuales el interrogatorio se produjo la semana pasada, aunque la noticia no trascendió hasta hoy.

En las dos primeras ocasiones, Blair fue interrogado sólo en calidad de testigo y no como imputado en ese escándalo, y se cree que lo mismo ocurrió en su última entrevista con los funcionarios de Scotland Yard. El pasado lunes, su portavoz oficial dijo a la prensa no tener conocimiento de que el entonces aún líder laborista hubiese sido sometido a un tercer interrogatorio y hoy Downing Street se negó a confirmarlo.

Blair se convirtió el pasado diciembre en el primer jefe de gobierno británico en ser interrogado por la policía en relación con un supuesto delito durante su mandato, y funcionarios de Scotland Yard volvieron a interrogarle en enero. Scotland Yard investiga las acusaciones según las cuales el Partido Laborista ofreció a cuatro acaudalados hombres de negocios el título de lord a cambio de créditos no declarados por el equivalente de más de 20 millones de euros en la campaña electoral del 2005.

Hasta ahora, dos estrechos colaboradores de Blair, el principal recaudador de fondos del partido y amigo personal, lord Levy, y su ex asesora Ruth Turner, además de uno de los donantes, el empresario Christopher Evans, han sido detenidos y puestos en libertad bajo fianza sin que hasta el momento se hayan levantado cargos contra ellos.

El directorio de crímenes especiales de la Policía Metropolitana entregó hace algún tiempo un informe sobre el caso a la Fiscalía de la Corona, pero no se ha tomado hasta ahora ninguna decisión sobre eventuales procesamientos. El escándalo se destapó en marzo del año pasado a raíz de la denuncia del Partido Nacionalista Escocés y hasta el momento 136 personas han tenido que contestar a las preguntas de la policía.