El genocidio de Darfur ya tiene dos posibles responsables. Ayer, el fiscal general del Tribunal Penal Internacional (TPI), el argentino Luis Moreno Ocampo, acusó formalmente a un exviceministro del Interior de Sudán, Ahmad Mohamed Harun, y al dirigente de la milicia Yanyauid, Ali Kushayb, de 51 cargos de crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos en esa región sudanesa. El Gobierno de Jartum reaccionó con una advertencia al TPI de que, a su juicio, no tiene competencias en este asunto, por lo que no cursará las citaciones.

El conflicto de Darfur, en el oeste de Sudán, estalló en febrero del 2003 cuando dos grupos rebeldes se alzaron en armas para protestar contra la pobreza de la región, fronteriza con Chad, y por el control de los recursos naturales. Desde entonces, unas 200.000 personas han muerto.