Los 167.953 militantes al corriente de pago del Partido Socialista (PS) francés tenían derecho a elegir ayer entre las seis mociones presentadas de cara al congreso del 14 al 16 de noviembre en Reims. Solo tres de las seis mociones tenían posibilidades de victoria, las avaladas por los pesos pesados del partido Bertrand Delanoë, alcalde de París; Ségolène Royal, excandidata presidencial, y Martine Aubry, alcaldesa de Lille. La moción ganadora afrontará el congreso con ventaja cara a las alianzas imprescindibles para gobernar el partido. Las alianzas serán necesarias porque ninguna moción tendrá mayoría absoluta, según los pronósticos. Los resultados no se conocían al cierre de esta edición. La organización del PS es, sin embargo, tan compleja que la moción ganadora no asegura al primer firmante su elección para la secretaría general en sustitución de François Hollande. Eso es así porque el secretario general no se elige en el congreso, sino cuatro días después, mediante voto de los militantes.

La moción encabezada por el alcalde de París está apoyada por Hollande y por los exprimeros ministros Lionel Jospin y Michel Rocard. Defiende una línea europeísta y socialdemócrata y propone alianzas con la extrema izquierda. Está considerada la moción del aparato del partido.

La excandidata Ségolène Royal no encabeza su propia moción, pero nadie duda de que volverá a aspirar al liderazgo si el texto que firma saca buen resultado. Encabezada por el alcalde de Lyón, Gerard Colomb, y apoyada por el de Evry, Manuel Valls, es la única que propugna la alianza con el Modem, el partido centrista de François Bayrou.

La alcaldesa de Lille, Martine Aubry, encabeza una mezcla heterogénea de parte de los seguidores de Dominique Strauss-Kahn y de los de Laurent Fabius, y defiende el anclaje del PS a la izquierda, aunque se define también como socialdemócrata.

Las tres mociones restantes representan al ala izquierda del PS y a dos colectivos ecologistas. La primera está encabezada por el diputado Ben´it Hamon.