En una primera sesión crucial para definir el resultado de las elecciones presidenciales de hace un mes, el Tribunal Electoral mexicano desestimó ayer la demanda de la coalición de izquierdas de volver a contar todos los votos, pero decidió ordenar un recuento parcial en la mitad de los consejos distritales .

Los siete magistrados aprobaron por unanimidad el dictamen de su presidente, Leonel Cota, quien aseguró que, "pese a las contadas inconsistencias, las actas son el reflejo" de lo que ocurrió el 2 de julio. No obstante, el tribunal tiene un mes de trabajo antes de declarar, el 6 de septiembre, un presidente electo.

La revisión judicial se llevará a cabo en casi 12.000 de las 130.000 mesas electorales. Los analistas discutían ayer si ese recuento podría revertir la ventaja de casi 244.000 votos, 0,58 puntos porcentuales, obtenida por Felipe Calderón. Muchos opinaban que la revisión se hará sobre una muestra suficiente para confirmar que no hubo irregularidades.

Mientras, los seguidores del candidato de izquierda, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que desde hace una semana colapsan el centro de la capital, reaccionaron tras la sesión del tribunal, con gritos de "¡si no hay solución, habrá revolución!".