La justicia australiana ha determinado hoy que el analgésico Vioxx de la farmacéutica Merck, retirado del mercado en 2004, era un medicamento defectuoso y duplicaba el riesgo de sufrir un ataque al corazón.

El Tribunal Federal ha condenado a la farmacéutica estadounidense Merck y a su filial en Australia a compensar con 827.000 dólares locales (609.000 euros) a Graeme Peterson, un australiano que tuvo un infarto por culpa del fármaco.

500 AFECTADOS

La sentencia abre la vía para que otros 500 afectados en el país presenten querellas contra Merck, que en el 2004 tuvo que desembolsar 4.850 millones de dólares para cerrar 26.000 demandas en EEUU.

El juez Christopher Jessup ha señalado en su dictamen que pese a que las pruebas demostraban que Vioxx probocaba daños cardiovasculares, la empresa hizo caso omiso y mantuvo el producto en las estanterías de las farmacias.

El abogado de Peterson, Peter Gordon, ha pedido a Merck que llegue a un acuerdo para compensar a todos los afectados australianos, a los que a su juicio faltó el respeto por excluirles del arreglo de 2007 en EEUU.