El Gobierno español mostró ayer su solidaridad con Turquía en el seno de la OTAN y criticó el veto de Francia, Bélgica y Alemania que ayer impidió que la organización atlántica comience los preparativos militares para proteger al aliado turco ante un posible ataque iraquí.

Según el ministro de Defensa, Federico Trillo, la actitud de París y de Berlín sacrifica la seguridad de Turquía. Opinó que la actitud de las dos potencias europeas sólo obedece a una estrategia de distanciamiento con el resto de los países.

Trillo consideró ayer "una quiebra grave y muy importante" en el seno de la OTAN "la posición adoptada por Francia y Alemania en las últimas horas". Tras participar en un acto del PP en Pontevedra, el ministro criticó que "estos dos países no hayan querido atender una petición de un país miembro, como Turquía, para estudiar y planificar qué defensa podría tener, al tratarse de un país fronterizo con Irak".

Trillo añadió que el veto de los tres países supone "un perjuicio a la imagen de fortaleza del vínculo trasatlántico". Además, en opinión del ministro de Defensa, la actitud de Francia y Alemania "supone una quiebra de la política de defensa europea".

"La ruptura en el seno de la Alianza Atlántica tiene la gravedad en sí misma de que estamos por primera vez produciendo una ruptura de la voluntad defensiva y del planeamiento estratégico de los aliados, que no se ha producido nunca y mucho menos después del 11-S", dijo el ministro.

Por su parte, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, reclamó la "solidaridad atlántica" para todos los aliados de la OTAN e invocó el carácter de "aliado leal" de España.