La segunda vuelta de las elecciones municipales y provinciales celebrada el domingo y ayer ha seguido premiando a la oposición progresista, como había sucedido en el primer turno, y probablemente abrirá un incandescente debate dentro de la coalición de la mayoría conservadora liderada por Silvio Berlusconi.

Según las encuestas a boca de urna y las primeras proyecciones, el centroizquierda se habría adjudicado cuatro de las seis capitales de provincia (diputaciones) donde se ha votado, además de la región autonóma de Friuli-Venezia Giulia, donde vive una minoría étnico-lingüística eslovena. La coalición progresista y la Union Valdotaine, partido de los autonomistas del Valle de Aosta, han repetido también victoria en aquella autonomía alpina, situada en la frontera francesa, y por primera vez desde 1948 han alcanzado la mayoría absoluta.