Tras la importante incursión terrestre de hace una semana, Turquía ha vuelto a bombardear el Kurdistán iraquí desde el aire cuatro veces en los últimos cinco días. La última, la pasada madrugada, cuando más de 19 cazabombarderos de la aviación turca atacaron supuestas posiciones que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) tiene en la provincia desértica de Dahuk, en el norte de Irak.

El objetivo del ataque, según un comunicado del Estado Mayor turco, ha sido la destrucción de ocho refugios preparados para acoger a un grupo de guerrilleros separatistas durante el invierno. Fuentes de la seguridad de la zona autónoma kurda, que confirmaron el ataque, aseguraron que no hubo víctimas.

Mientras, una mujer de 28 años y madre de 3 hijos, que fue herida grave en la explosión de una bomba el martes en Estambul, murió ayer.