Turquía ni perdonará, ni olvidará este ataque". Con esta dura frase, el presidente de Turquía, Abdulá Gul, reiteró ayer su condena al ataque israelí al barco de bandera turca Mármara Azul el más grande de la Flota de la Libertad : "Israel se arrepentirá de lo que ha hecho. Las relaciones entre nuestros países nunca volverán a ser como en el pasado".

De hecho, el Ministerio de Energía y Recursos Naturales anunció que cancela dos importantes proyectos para la que antaño era una importante alianza estratégica. El primero, la prolongación del gasoducto Mavi Akim --que actualmente comunica Rusia con Turquía, y cuya prolongación hasta Israel estaba prevista-- y el segundo, un proyecto para llevar agua potable turca a territorio israelí.

Turquía hierve de rabia por la acción del Tsahal --las fuerzas de defensa israelís--, que culminó con nueve muertos y decenas de heridos. Miles de personas dieron su último adiós ayer a los cuerpos sin vida que llegaron a Estambul el miércoles. Los forenses no tardaron en identificar a las nueve víctimas: ocho turcos y un estadounidense de origen turco. EEUU prometió investigar las circunstancias de la muerte de su ciudadano.

FUNERAL CON HONORES Los funerales tuvieron lugar en la mezquita de Fatih, en el conservador barrio del mismo nombre, con todos los honores, ya que muchos turcos consideran a los fallecidos en el barco sehit (mártires), una distinción que en Turquía solo se otorga a miembros de las fuerzas de seguridad caídos en combate.

Los supervivientes de la flotilla, incluidos la catalana Laura Arau, el madrileño Manuel Tapial y el valenciano David Segarra, tuvieron que pasar por un control médico a primeras horas de la mañana de ayer y, luego, se unieron al cortejo fúnebre.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aprovechó la celebración para criticar ayer la "paranoia" israelí sobre su seguridad, que ha provocado el fatal desenlace del periplo de la flota con ayuda humanitaria a Gaza. Además, anunció que Turquía presentará cargos contra los responsables israelís del asalto. La Fiscalía General de la República comenzó a interrogar a los heridos que se encuentran hospitalizados en Ankara a fin de reunir pruebas.

La principal organización turca encargada de la flota, la oenegé islámica IHH, lleva a cabo su propia investigación y está recopilando para ello los testimonios de los activistas y las imágenes del asalto israelí al buque Mármara Azul , que no han podido ser incautadas por las autoridades israelís, ya que se emitieron por satélite. Según dijeron los activistas españoles a este periodista, culpan al ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, que el miércoles felicitó a los comandos israelís por el éxito de la operación.

PLANES DE FUTURO Mientras tanto, los supervivientes de la Flota de la Libertad hablan de organizar nuevas expediciones con destino a Gaza a fin de romper el bloqueo. "Queremos que en las próximas flotas haya un barco con bandera española. Ya que el Gobierno español no nos dio la protección que pedimos, a pesar de que civiles españoles fueron atacados, creemos que si tenemos un barco de bandera española obligaremos al Gobierno a que se posicione", afirmó Laura Arau.

"Hasta ahora, este tema era un asunto de los palestinos, los árabes y los musulmanes", dijo Berat, uno de los miles de turcos que ayer se unió a las manifestaciones de condena a Israel. "Con este ataque --añadió--, los israelís han convertido el problema en un asunto de la Humanidad".