La Unión Europea (UE) ha abierto la puerta de la Organización Mundial de Comercio (OMC) a Rusia en el 2011 al resolver los últimos contenciosos comerciales pendientes entre ambas potencias durante la cumbre celebrada ayer en Bruselas. La cumbre UE-Rusia sirvió también para escenificar la mejora de las relaciones entre ambos, a pesar de que persisten importantes discrepancias sobre el respeto de los derechos humanos, los conflictos latentes del Cáucaso y Transdnistria, la política energética y el mantenimiento de los visados.

"Es la mejor cumbre UE-Rusia en la que he participado", destacó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. "La reunión se ha desarrollado en una atmósfera abierta, amistosa y de confianza", dijo el presidente ruso, Dmitri Medvédev, que instó a los dirigentes europeos a seguir examinando las cuestiones en las que ambos no están de acuerdo con "un espíritu abierto".

El desbloqueo del ingreso de Rusia en la OMC fue el principal resultado de la cumbre, tras lograr la UE que Rusia rebaje las tasas que impone al transporte de mercancías asiáticas con destino a Europa a través de la red ferroviaria rusa, y que reduzca también los aranceles a la exportación de madera rusa para abaratar la compra de materia prima de las grandes papeleras.

EL AÑO PROXIMO Rusia, que es la última gran potencia que aún sigue excluida de la OMC, tiene ahora "perspectivas realistas" de poder ingresar en la organización el año próximo, como reconocieron Medvédev y Barroso. A pesar del clima de concordia, Medvédev se negó a garantizar que en el futuro no se producirán nuevos problemas de corte del suministro de gas a Europa a causa de los reiterados contenciosos entre Moscú y Kiev.