Los líderes de la Unión Europea (UE) han alcanzado hoy un "gran consenso" sobre un conjunto de políticas contra el cambio climático que, entre otros objetivos, supondrá que los países comunitarios reduzcan en un 20 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Según fuentes diplomáticas, tan sólo Hungría mantiene reticencias serias frente al texto presentado por la presidencia francesa de turno del Consejo, que previsiblemente será aprobado mañana, en la segunda jornada de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Hungría pretendería elevar el porcentaje del llamado mecanismo de solidaridad a más del 12 por ciento, última propuesta de Francia.

Ese mecanismo permite a los países más pobres de la UE recibir una parte de los ingresos obtenidos en las subastas de permisos de emisión de gases contaminantes. Otros socios, como Italia, quieren incluir algunas de sus reivindicaciones en el texto final, pero según las citadas fuentes, se trataría de meros detalles.

Por parte de España, la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, aseguró hoy que "la UE se juega su credibilidad" en la aprobación del paquete contra el calentamiento global.

A su juicio, los países que ponen más pegas a las medidas tan sólo tratan de ejercer una presión política sobre el resto de los socios, pero ninguno se atrevería a vetar las normas. "Vetar sería ser acusado de ser responsable de un fracaso", advirtió.

Según España, en esta Cumbre no puede rebajarse el nivel de las medidas que presentó la Comisión Europea en enero, debe respetarse la equidad en el reparto de esfuerzos que deben hacer los países para conseguir las metas, así como la solidaridad.