La Comisión de Derechos Humanos de la ONU aprobó ayer una resolución de condena a Cuba por la violación de las libertades fundamentales en la isla, que fue presentada por EEUU y la UE, y que fue secundada por numerosos países latinoamericanos. El representante cubano, Juan Antonio Fernández, la calificó de "ridícula", vituperó como es habitual a EEUU y se ensañó con los países europeos, a los que ve como traidores, tras el acercamiento registrado desde enero a instancias de España.

El ministro cubano de Exteriores, Felipe Pérez Roque, calificó la actitud de la UE de "patética, claudicante, servil e hipócrita". En cambio, la UE sostuvo que la resolución no era "ni dogmática ni polémica" y afirmó que está dispuesta a "un diálogo constructivo" con Cuba para lograr "resultados tangibles en derechos humanos y cooperación".

El texto aprobado contó con 21 votos a favor, 17 en contra y 15 abstenciones. El representante de EEUU, Lino Piedra, dijo que patrocinó esta resolución "porque Cuba no coopera, no ha permitido la visita del relator especial de la Comisión de Derechos Humanos y porque la situación no ha mejorado". En defensa de Cuba salieron Pekín, Moscú, Jartum y Harare, que acusaron a Washington y sus aliados de usar "dobles raseros" para medir los derechos humanos.

La delegación en Cuba, no obstante, tenía un as guardado. Horas después de que se aprobara la resolución, el Gobierno caribeño propuso que se investigue la situación de los derechos humanos en la base naval que EEUU tiene en la isla. Cuba pide "una investigación imparcial" y solicitó a la UE con retintín que le apoye en este proyecto.

De visita en Madrid, el escritor y ministro de Cultura cubano, Abel Prieto, no quiso aventurarse ayer a decir si la condena de la ONU afectará al diálogo reabierto por la UE con Castro. Con todo, Prieto destacó la "gran victoria" que para Cuba ha supuesto que, "a iniciativa de gente amiga de España", de la que guardó el anonimato, 4.500 intelectuales y artistas de todo el mundo firmaran hace poco un manifiesto de apoyo a su país resaltando que "EEUU no tiene autoridad moral para juzgar a Cuba en materia de derechos humanos".

DENUNCIA POR TORTURAS Precisamente ayer trascendió, respecto a Guantánamo, que a Mustafá Ait Idir lo torturaron con tal saña que estuvieron a punto de ahogarlo, le causaron parálisis facial y le rompieron un dedo. Así consta en la denuncia que los abogados de este argelino, preso en Guantánamo desde el 2002, presentaron el miércoles ante un tribunal de Boston. Se trata de la primera denuncia por abusos físicos en la base militar estadounidense. El Pentágono se negó a comentar el caso.