La Comisión Europea dijo ayer que el no francés a la Constitución europea tendrá un "impacto mínimo y efímero" en el euro, mientras el responsable de la política exterior europea, Javier Solana, insistió en que la UE "no debe dejarse llevar por un sentimiento de parálisis". El resultado de la ratificación no se podrá conocer hasta noviembre del 2006, dijo.

El presidente semestral de la UE, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, inició ayer en Luxemburgo los contactos con los jefes de Estado y de Gobierno europeos para analizar los efectos del no y preparar la cumbre del 16 y 17 de junio. Juncker se vio con el primer ministro checo, Jiri Paroubek, y el primer ministro belga, Guy Verhofstadt. Hoy lo hará con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y los líderes de Malta, Hungría y Finlandia.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, dijo que "la evolución del euro en las últimas semanas indicaba que los mercados ya habían descontado el resultado negativo" francés.