La Unión Europea (UE) abrió ayer una nueva etapa en sus relaciones con Rusia al aprobar el inicio de las negociaciones de un ambicioso acuerdo estratégico con Moscú, que abarcará la cooperación política, económica, comercial y energética. El arranque de esas negociaciones ha estado bloqueado durante 18 meses, primero por Polonia y, posteriormente, por Lituania, a causa de sus contenciosos con Rusia.

Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete acordaron las bases europeas de la negociación del nuevo acuerdo, que debe sustituir al suscrito en 1994 en la cumbre de Corfú y que ha quedado anticuado por la profunda transformación que ha experimentado Rusia desde entonces. Las negociaciones empezarán durante la próxima cumbre UE-Rusia, el 26 y 27 de junio en Siberia, y se calcula que durarán un año.

Los Veintisiete aspiran a que la llegada a la presidencia de Rusia de Dmitri Medvedev permita dejar atrás las tensiones y desconfianzas acumuladas durante la etapa de Vladimir Putin para abrir una nueva era de estrecha cooperación. "La UE quiere enviar un mensaje de cooperación a Rusia", afirmó el ministro esloveno de Asuntos Exteriores, Dimitrij Rupel, tras presidir el Consejo de Ministros europeo. "Las negociaciones permitirán clarificar todos los problemas existentes entre Rusia y la UE", añadió Rupel. Sin embargo, el secretario de Estado español de Asuntos Europeos, Diego López Garrido, reconoció que "la negociación no será fácil".

El nuevo acuerdo estratégico dedicará especial atención a la cooperación política entre la UE y Rusia en materia de seguridad internacional y terrorismo, pero el apartado energético constituirá una de sus piezas fundamentales. Rusia es el principal suministrador energético de la UE y los Veintisiete desean que Moscú abra sus yacimientos de hidrocarburos a la inversión europea de forma transparente y equitativa. La UE quiere también garantías en la seguridad del suministro y que el gas o el petróleo no se utilizarán como armas de presión política.

AFGANISTAN El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE acordó, además, "doblar" sus esfuerzos de formación de la policía afgana para reforzar la seguridad del país ante el creciente aumento de la violencia, los atentados, el narcotráfico y la corrupción. La UE cuenta actualmente con unos 200 instructores desplegados en Afganistán, de los cuales 11 son expertos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. El objetivo es llegar a 400 instructores para mejorar la capacidad de las fuerzas de seguridad afganas de cara a las elecciones presidenciales del 2009 y las parlamentarias del 2010. Garrido eludió precisar el aumento de la aportación española.

Mientras, frente a la sede del Consejo de Ministros de la UE, protestaban activistas pertenecientes a organizaciones de toda Europa. Los manifestantes protestaban por el déficit de 75.000 millones de euros en la ayuda prometida por la UE a los países en vías de desarrollo.