La Unión Europea y EEUU apostaron ayer por restablecer unas relaciones transatlánticas armónicas en la reunión celebrada en La Haya entre el secretario de Estado norteamericano saliente, Colin Powell y la troika comunitaria: el ministro holandés de Exteriores y presidente semestral del Consejo de la UE, Bernard Bot; el responsable de política exterior y defensa de la UE, Javier Solana; y la comisaria de Exteriores, Benita Ferrero.

Powell expresó su confianza en que su visita haya contribuido a cerrar las heridas abiertas a causa de la guerra de Irak y aseguró que "la situación mejorará aún más cuando el presidente George Bush venga a mostrar su compromiso con las relaciones transatlánticas", en su visita a la OTAN y la UE el 22 de febrero.

Bot, en nombre de la UE, destacó que es necesario "el diálogo y la constante consulta" para mantener vivas las relaciones transatlánticas, y abogó por "redescubrir unas nuevas bases comunes" entre la UE y EEUU durante la visita de Bush.

A pesar de estas declaraciones, la reunión mostró que persisten las diferencias sobre cómo abordar los problemas internacionales. La presidencia holandesa de la UE evidenció aún más las divergencias con EEUU al anunciar la invitación al secretario general de la ONU, Kofi Annan, a asistir a la cumbre europea el 17 de diciembre. La invitación quiere ser una muestra del respaldo europeo a la ONU y a su líder, que es víctima de una campaña de acoso por parte de EEUU.

Powell volvió a presionar en favor del inicio de las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE, en medio del pulso que mantiene Ankara con la presidencia europea por las condiciones que se le imponen. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se desplazó a Bruselas, para defender que no se impongan exigencias desmedidas a Turquía para iniciar las negociaciones.

Por otra parte, un sondeo presentado por la Comisión Europea revela que el 58% de los ciudadanos de la UE piensa que EEUU desempeña un papel negativo para la paz en el mundo.