El comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, concluyó el sábado su visita a La Habana "con optimismo" y convencido de que ha quedado abierta la puerta para un mayor acercamiento entre la Unión Europea (UE) y Cuba, aunque no citó compromisos concretos. El primer alto representante europeo que visita la isla tras la normalización de relaciones, el pasado enero, constató un cambio de actitud por parte de Fidel Castro, quien se mostró dispuesto a dialogar sobre "asuntos difíciles como los derechos humanos, prisiones, presos políticos y cooperación judicial".

El comisario europeo señaló que el líder cubano, con quien sostuvo una reunión "muy positiva" y "profunda" de cuatro horas no contemplada en su agenda, le dio una "bienvenida sinceramente cálida", y que conversaron sobre todos los temas. Según Michel, "no estamos de acuerdo en todo", pero "la franqueza" con la que se han intercambiado las opiniones abre un espacio positivo para el futuro.

CLIMA POSITIVO "Encontré un clima extremadamente positivo, que abre perspectivas serias de volver a retomar el diálogo político sincero, respetuoso con la soberanía nacional, de respeto mutuo y que debe conducir a acercamientos más convergentes", dijo. El comisario de Desarrollo de la Comisión Europea propuso trabajar "rápidamente" para crear un marco para reanudar la cooperación bilateral.

Michel también recibió a un grupo de economistas, al cardenal Jaime Ortega, jefe de la Iglesia católica isleña, y a representantes de los disidentes. El comisario se entrevistó por separado, entre otros, con el progresista Manuel Cuesta Morúa, el activista Elizardo Sánchez y Oswaldo Payá, líder del ilegal Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), quien pidió a la UE "consistencia" en sus planteamientos.

Sánchez le explicó su punto de vista: "La situación de los derechos civiles, políticos y económicos va a empeorar aún más a corto plazo". El comisario europeo comentó que, pese a la diversidad de ideas, todos coincidieron en expresarle la preocupación sobre la necesidad de tener mayores libertades y para que la UE siga insistiendo en la liberación de 61 de los 75 detenidos en el 2003 que permanecen en prisión. La UE, precisó, tiene una postura "clara e invariable" sobre el respeto de los derechos fundamentales y mantiene la petición de liberación de los 61 disidentes. Sobre este punto, Michel comentó que era un gesto que "corresponde al Gobierno cubano", aunque subrayó que su esperanza de que la liberación se produzca finalmente "es hoy más grande que antes de venir". Asimismo, aseguró que las autoridades no plantearon "el más mínimo problema" para que se reuniera con los disidentes.

SIN CONDICIONES Michel se definió como "portador, no de condiciones, sino de expectativas, para que algunas preocupaciones que tenemos puedan ser analizadas", pero apostilló: "No podemos obligar a nadie". Aunque admitió que "el asunto de los presos suscita mucha preocupación", recordó que "Cuba tiene la opción de seguir enfrentándose a los desafíos económicos como está ahora, desgraciadamente aislada, o de unirse al reto de la integración regional y del acercamiento a la UE".